
Uno de los síntomas más comunes de la sinusitis, tanto crónica como aguda, es el dolor de cabeza | Boryeong C. (CC by 2.0, Flickr)
La sinusitis es una infección de los senos paranasales, las cavidades óseas situadas detrás de la frente, las mejillas, la nariz y los ojos. En condiciones normales los senos están llenos de aire, pero cuando las mucosas se inflaman resultan obstruidas, se llenan de mucosidad y se origina una infección que es necesario tratar.
Se considera una enfermedad común que afecta en mayor medida durante el invierno y en las zonas más húmedas. Quienes padecen sinusitis tienen serias dificultades para respirar correctamente y pasan mucho tiempo con nariz taponada, síntomas que se confunden fácilmente con los de un resfriado.
Sinusitis aguda
Por lo general, la sinusitis aguda es causada por bacterias que se multiplican en los senos paranasales. La gripe, el catarro y otros procesos víricos pueden ser los responsables de una inflamación que obstruya o tapone la nariz y favorezca la sinusitis.
Este tipo de sinusitis bacteriana suele durar un mes o incluso menos tiempo. Superados los procesos gripales, la sinusitis aguda tiende a remitir y las personas afectadas vuelven a la normalidad.
Sinusitis crónica
Cuando los síntomas de la inflamación de los senos parasanales duran tres meses o más se habla de sinusitis crónica.
Causas y síntomas más comunes
Además de infecciones bacterianas, virales y fúngicas, las causas de la infección sinusal o sinusitis abarcan: alergias, pólipos, trastornos hormonales, desviación del tabique nasal, fibrosis quística, enfermedades dentales, tumores en la nariz y tabaquismo, entre otras situaciones relacionadas con el estilo de vida.
Los síntomas de la sinusitis aguda son prácticamente los mismos que los de la sinusitis crónica. Aparte de congestión de los senos, opresión y dolor facial, puede existir: secreción nasal, malestar, fatiga, disminución del sentido del olfato, tos, dolor de cabeza, fiebre y dificultad respiratoria.
Tratamiento y remedios
La mayoría de las infecciones sinusales mejoran con cuidados personales y medicación. El médico puede proporcionar un tratamiento específico que reduzca los síntomas, acelere la recuperación y evite que puedan haber complicaciones o que la infección se cronifique.
Los tratamientos para la sinusitis comprenden: descongestivos, antihistamínicos, esteroides nasales, analgésicos y antibióticos. Cuando estas propuestas no hacen efecto, en caso de sinusitis crónica, cabe la posibilidad de recurrir a la cirugía para acabar con la infección y volver a respirar sin dificultades.
Aunque la sinusitis no se pueda prevenir, podemos tomar una serie de medidas o precauciones cuando hay predisposición o tan pronto como ésta surge. Una de las recomendaciones para reducir la congestión sinusal es realizar lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar con el fin de desobstruir y limpiar la nariz. También se pueden hacer vahos con vapor de agua y eucalipto o menta.
Se recomienda beber abundante líquido, ya que la hidratación ayuda a que la mucosidad sea más fluida y no obstruya los senos.
Las gotas nasales favorecen la descongestión nasal, pero hay que tener en cuenta que pueden producir irritaciones medicamentosas. Por tanto, no es conveniente utilizarlas de forma continuada. Otros consejos son evitar el humo y la contaminación y hacer uso de los humificadores.