
Bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso, el grupo de músculos que forman los isquiotibiales
Para tener unas extremidades inferiores fuertes y desarrolladas es importante no pasar por alto los femorales o isquiotibiales (más conocidos como isquios), un grupo muscular que no siempre trabajamos con la frecuencia e intensidad adecuada.
En general, no se suele dar demasiada importancia a los músculos isquiotibiales porque se ubican en la parte trasera del muslo y no son tan visibles como, por ejemplo, los bíceps o los glúteos. No obstante, si el objetivo marcado es conseguir un desarrollo integral de las piernas, deben formar parte de nuestra rutina de entrenamiento.
¿Qué son los isquiotibiales?
Los músculos isquiotibiales se extienden por la cara posterior de los muslos, desde la pelvis hasta por debajo de la rodilla. Desempeñan un papel primordial en la extensión del muslo sobre la cadera y la flexión de la pierna sobre el muslo cuando nos encontramos en posición bípeda (de pie).
Las personas físicamente inactivas o sedentarias deben tener en cuenta que la rigidez de los músculos que actúan como extensores de la cadera y flexores de la rodilla puede ocasionar problemas de espalda. Prestar un poco de atención a los femorales nos otorgará mayor movilidad y agilidad en los miembros inferiores y mejor estado de forma de glúteos y piernas.
Músculos isquiotibiales
El grupo de músculos llamados isquiotibiales está formado por el bícep femoral o crural (consta de una cabeza larga y otra corta para flexionar la rodilla y extender el muslo), el semitendinoso y el semimembranoso. Se sitúan en la cara interna de la tibia y facilitan la flexión y rotación de la articulación de la rodilla y la cadera. Por tanto, tienen una función relevante ya no solo para atletas y deportistas, sino para realizar actividades cotidianas como saltar, correr, bailar o flexionar el tronco.

‘Curl’ de femorales tumbado o sentado, dos buenos ejercicios para isquiotibiales
Ejercicios
Hemos estado hablando de que los isquiotibiales figuran en el grupo de músculos olvidados a la hora de entrenar. Mientras te preocupas de fortalecer los pectorales, cuádriceps o abdominales, los femorales viven a la sombra esperando a que los ejercites en su conjunto. Es fundamental que el trabajo de los músculos isquiotibiales se realice de manera gradual, poco a poco, y siempre contando con el apoyo de un monitor o preparador físico que supervise el entrenamiento. De este modo, reduciremos el riesgo de lesiones por sobrecarga.
Un buen punto de partida es la realización de curl de femorales tumbado o sentado en máquina y de pie con peso muerto.
Seguro que a partir de ahora no olvidarás que los músculos isquiotibiales existen y que es necesario entrenarlos para poner las piernas «a tono» y que luzcan perfectas.
Buenos días. Me gustan las cosas con propiedad, llamemosle isquiosurales ya que los isquiotibiales no aparece el bíceps femoral, no se inserta en la tibia sino en el peroné. Un saludo.